Redes sociales e intención de voto. El desafío Millennials, por Felipe Vergara

Aportamos una enriquecedora nota de Felipe Vergara, reconocido consultor y PhD chileno, sobre la relación existente entre las nuevas generaciones y la política. ¿Cómo se aborda el desapego, distanciamiento e incomunicación entre quienes integran el quehacer político y sus nuevos electorados?.

Estará visitando nuestro país en el marco del Congreso de Comunicación Internacional de Comunicación Política y Campañas Legislativas a llevarse los días 23 y  24 de Mayo en la Universidad Católica de Buenos Aires.

Vergara sostiene que uno de los principales desafíos para cualquier candidato es poder captar el voto de los definidos como “Generación Y” o “Millennials” y que reúne a personas nacidas entre 1980 y 2000, y además representan el 25% de la población mundial; si a ello se le suman los Zillennials (nacidos después del 2000), el porcentaje poblacional supera el 40%.

Los Millennials nacieron en una época de desarrollo tecnológico, mal definida como la era digital y casi no recuerdan cómo era el mundo sin Internet. El VHS, el CD, Disco Duro y hasta el DVD son parte de un recuerdo casi místico. Si quieren música, ver una película o almacenar información simplemente se conectan con la nube; son idealistas, impacientes, con mucha confianza en sí mismos, una gran autoestima y quieren todo a la vez, eso hace que la nube sea uno de sus mejores aliados y el móvil la extensión de su brazo, ambos van unidos e interconectados, medio y mensaje en este caso son indivisibles.

La Generación Y creció durante la época de la comunicación On-Line, ello los hace capaces de obtener la misma satisfacción interactuando con la gente en persona o por las redes sociales, enviar mensajes, redirigir o incluir "emoticones" varias veces por día es parte de su cotidianeidad.

Bajo ese prisma se transforma en fundamental para los candidatos hablarles inteligentemente a estos electores, usando estrategia de comunicación digital que sea percibida de manera personalizada; encontrar los incentivos necesarios para que la información resulte de interés y así penetre en una sociedad hipercomunicada.

Una Encuesta realizada el año 2012 en Chile, arrojó que el 81% de la población entre los 15 a 29 años, está poco o nada interesada en política, existe una escasa valoración hacia temas políticos en la vida cotidiana de los jóvenes, además se comprobó que existe una falta de cultura cívica entre los Millennials, que alimenta la desafección política: Un 61% consultados considera que Facebook y Twitter son mejores herramientas que el voto para dar a conocer las demandas sociales.

Ante eso hay un tema de fondo y que hoy nos tienen con un nivel de indiferencia altísimos: Hay una generación entera que no ha sido considerada, anónima y poco relevante para el quehacer de los políticos. El desafío está ahí, captar ese porcentaje de la sociedad que puede hacer cambiar el rumbo de cualquier elección.

Entonces ¿dónde está la pelea? No está en las “palomas” con la imagen del candidato o en los diferentes medios de comunicación tradicional, la batalla está en la red y las principales armas: twitter, Facebook y WhatsApp.

En la actualidad los sistemas de votación electrónica que más se utilizan mundialmente son presenciales, o sea, el elector asiste a un local de votación a emitir su sufragio. En cada sede se encuentran terminales computacionales para que el votante registre su preferencia para terminado el proceso transmitir los datos a una central para realizar el conteo y arrojar los resultados.

Sin embargo, internet se ha transformado en un medio con alta intensidad de uso, ofreciendo una alta frecuencia de visita y de consumo, a modo de ejemplo latinoamericano: “Chile se encuentra entre los cinco países que más horas consumen al mes, dentro de Latinoamérica, según datos arrojados por ComScore Media Metrix, Agosto 2014"  y ello posibilita una opción real para el Voto Electrónico.

De 295 países en el mundo, sólo siete implementaron en sus jurisdicciones el voto electrónico, 19 países están estudiando implementarlo y cinco países lo prohibieron (ver gráfico I). Bélgica fue pionero en la aplicación del sistema de voto electrónico en 1989; En Estonia en 2005, fue posible votar a través de Internet de forma vinculante. EE.UU. en 1892, debutó con la primera máquina de votación; Venezuela en 1998 inició sus elecciones electrónicas; Filipinas en 2007 utilizó por primera vez el voto por Internet para los filipinos residentes en el extranjero; e India en 1989, comenzó a utilizar el voto electrónico.

Por su parte Argentina, Australia, Canadá, Colombia, Ecuador, Emiratos Árabes Unidos, España, Francia, Guatemala, Japón, Kazajistán, México, Namibia, Noruega, Panamá, Paraguay, Perú, Rusia y Suiza están aún estudiando su implementación, recientemente el presidente Mauricio Macri planteó la necesidad de activar el tema.

Los segmentos jóvenes tanto de las generaciones Y como Z dedican el uso de las tecnologías a informarse, sin embargo, los principales temas no se relacionan con la política; pese a ello, si hubiese más facilidades para sufragar ellos lo harían. Es momento de que el voto se acerque al electorado y no el electorado al voto, la mirada es siglo XXI y no del siglo pasado.

 

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