El presidente de la Nación, Mauricio Macri, recibió hoy el anteproyecto del nuevo Código Procesal Civil y Comercial, redactado por una comisión formada por veintiún especialistas en Derecho Procesal, tras tres años de intenso trabajo.
El ministro de Justicia y Derechos Humanos, Germán Garavano, fue el encargado de entregar el texto que propone instalar la oralidad efectiva y el uso de tecnologías como la videograbación de audiencias, el expediente electrónico y la declaración vía videoconferencia; simplificar estructuras procesales, disminuir los tiempos de los procesos y disponer la obligación de decir la verdad para las partes.
“Este nuevo Código va a resolver los conflictos de todos los días con procesos orales, 100% electrónicos, con obligación de decir la verdad, con el juez presente, porque si hay voluntad se puede mejorar lo que no funciona”, señaló Macri.
El proyecto ubica al usuario como centro del servicio de justicia, al juez como director del proceso y su necesaria participación en las audiencias, y a los abogados como auxiliares para la solución del conflicto. De esta manera, se practican procesos rápidos que evitan largos juicios.
“Este es un hecho histórico. El presidente Macri desde el primer día nos impulsó a promover políticas judiciales claras, con procesos ágiles que den respuesta a la gente. Desde Justicia 2020 llevamos adelantes estas premisas y el anteproyecto es hoy una realidad”, indicó el ministro Garavano.
Cabe destacar que ya son 15 las jurisdicciones y 404 los jueces civiles que aplican procesos orales en juicios de conocimiento civil y comercial, que equivale al 45,5% del total de magistrados con esa competencia en todo el país. Estos datos son los que arroja el Informe Nacional sobre la Implementación de la Oralidad Civil con los resultados actualizados al 30 de junio.
La implementación de la oralidad efectiva ha provocado una contundente baja en la duración de los juicios, que ostentan ahora un promedio de 1 año y 5 meses, mientras que en los tradicionales procesos del sistema escrito duraban uno 5 años. La oralidad logró brindar una mejor respuesta a los ciudadanos y permitió que el 68% de las causas finalizaran en menos de 2 años y el 32% en menos de uno.
El actual Código mantiene distancia del juez con las partes, no tiene en cuenta las modernas tendencias sobre gestión de la oficina judicial y diseño de los procesos de trabajo ni las innovaciones tecnológicas de las últimas décadas.
Los objetivos del proyecto se concretaron mediante el trabajo de la Comisión Redactora de expertos con reconocida trayectoria y predicamento en la doctrina y jurisprudencia argentina, que redactaron el nuevo Código por encargo del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación.
Su trabajo impactará favorablemente a los litigantes de juzgados federales de todo el país y de juzgados nacionales con asiento en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en materia civil y comercial, beneficiará también a los operadores judiciales, e impactará de manera positiva en la imagen de la Justicia.
La Comisión está integrada por Roland Arazi, Patricia Bermejo, Rubén Calcaterra, Gustavo Calvinho, Hernán Calvo, Héctor M. Chayer, Mabel de los Santos, Agustina Díaz Cordero, María Lilia Gómez Alonso, Adrián Grassi, Pablo Grillo Ciocchini, Francisco Hankovits, Mario Kaminker, Ángela Ledesma, Juan Pablo Marcet, Eduardo Oteiza, Jorge Peyrano, Jorge Rojas, José María Salgado, Claudia Sbdar, y Andrés Soto. Cuatro de sus integrantes (Patricia Bermejo, María Lilia Gómez Alonso, Mario Kaminker y Eduardo Oteiza) formaron el equipo redactor y otros seis miembros (Roland Arazi, Mabel de los Santos, Angela Ledesma, Jorge Peyrano, Jorge Rojas, y Andrés Soto) formaron el equipo revisor. Santiago Pereira Campos, reconocido procesalista uruguayo, actuó como facilitador del proceso.
Fedra Fontao, sostiene la afirmación destacada: El proyecto ubica al usuario como centro del servicio de justicia, al juez como director del proceso y su necesaria participación en las audiencias, y a los abogados como auxiliares para la solución del conflicto. De esta manera, se practican procesos rápidos que evitan largos juicios y por desde mi concepción se fundamentan los principios y leyes que rigen la buena tarea del abogado y la representatividad del usuario en los procesos donde se procura la confiabilidad en el sistema judicial. La historia necesita del tiempo para desarrollarse.